Todorun

viernes, 9 de octubre de 2009

Un guía en mi camino


Hoy creo más que nunca en los guías. No me había planteado esto en serio nunca. Desde que empecé a intentar mejorar las relaciones personales haciendo caso omiso al ego y al orgullo, me han surgido dudas en la teoría del "haz bien y no mires a quien" . Es aquí donde necesito mi a guía.

En la vida es necesario tener un guía, y creo que es un problema de esta nueva sociedad la falta de guías cercanos, que reálmente se preocupen por el bienestar de sus discípulos. Mi guía es mi madre, a la que muchas veces he acudido y siempre me ha dado un consejo sabio. Es en ella en quien puedo mostrarme tranquila y confiada, ella siempre desea mi bien.

Últimamente controlo mucho más lo que digo, o lo que escribo, en tiempos no era así, simplemente dejaba salir por mis dedos lo que la cabeza me decía...Hoy pongo filtros...¿será esto hacerse mayor? la experiencia, por desgracia, me ha demostrado que ser sincera, dejar ver lo que uno piensa en todo momento, estando enfadado o felíz, puede a uno volversele en contra. Cierto es que la mayor parte del tiempo no fue así, o eso quiero creer, pero con que me haya pasado una vez, ya me hace dudar de si habré hecho bien en decir lo que pensaba en ese momento...Desde luego, esta experiencia la adquirí al estar al lado de gente que no merecía esta franqueza...¿pero cómo distinguir entre esta gente?
Quizás sí, el paso del tiempo hace que uno tenga más experiencias, y se encuentre con todo tipo de personas, con los años nos volvemos más cautos, para evitar volver a caer en calquier tipo de dolor, y vamos poniéndo barreras o "filtros" entre nuestro interior y el exterior.

Sé que tiendo a la radicalidad, pero creo que tiene sentido en lo que cuento a continuación: Querer ser mejor persona implica admitir consecuencias las buenas y las no tan buenas, y no sirve de nada aplicarlo en unos aspecto y en otros no...hay que ser consecuente hasta el final.
Quiero ser más tolerante, ser menos orgullosa, y aceptar una derrota en el plano profesional, y cuando veo que siendo así el entorno tiene más armonía, me molesta que haciendo yo este esfuerzo sea la otra persona la que se sienta feliz, como ganadora....o como qué se yo...Estoy haciendo un esfuerzo por ser más tolerante y eso me hace tener menos tensión en mí, pero la otra persona se siente ganadora. Necesitaría preguntar a mi guía del buen-personismo ¿y ahora qué? uno se traga su orgullo (que le raspa por la garganta y le produce indigestión, pero lo hace) y el otro se infla!!! soy buena persona currándomelo y la otra persona obtiene beneficios??? ESTOY INDIGNADA!!! Cuando tu contrario no es buen ganador...¿de qué sirve ser un buen perdedor?!!! Aquí necesito a mi guía, porque ahora mismo me siento hartita!!

1 comentario:

  1. Dicen los clásicos (Epicuro, Epícteto, Séneca...) que el mayor bien que a un hombre le puede acontecer es que acabe conformándose con lo que ya tiene. Sólo entonces, cuando descubrimos nuestra riqueza interior, dejamos de sentir envidia, indignación, recelo hacia lo exterior.

    Pienso que no es más rico el que más (poder, cargos...) posee, sino el que es feliz con lo que tiene.

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